Retira los trozos de pollo con pinzas o con una espumadera y colócalos en un plato hasta que se enfríen un poco. Corta el pollo en trozos de tamaño de un bocado, desechando el hueso y la piel. Vuelve a colocar la carne de pollo en la sopa y revuelve para calentar. Espolvorea con cilantro y un chorrito de limón fresco y sirve.