3. Es una comida en sí mismo
Unas dos cucharadas de mantequilla en tu café reemplazarán con eficacia tu ritual del bagel y queso crema del desayuno. Y ¡diablos!, es mucho más rápido que sentarse con un viejo tazón grande de avena, que carece de muchas de las grasas esenciales que se encuentran en un super café.