Duerme temprano
Cuando eras joven, podías funcionar con muy poco tiempo de descanso— probablemente hasta estudiabas toda la noche en la universidad. Pero si estos días no descansas lo suficiente, las consecuencias no solo se reflejarán en tu rostro, sino también en cómo te sientes al día siguiente. Estarás con baja energía, perezosa e irritable. Duerme un poco más temprano y date algo de descanso extra para permitirle a tu cuerpo relajarse y ahorrar energía para el siguiente día. Despertarás sintiéndote más viva que nunca.
Bebé más agua
Mantenerte hidratada es clave para sentirte energizada y juvenil. La hidratación adecuada energiza tu cuerpo para el día, y ayuda a que operes al máximo de tu capacidad para que puedas perseguir a tus hijos/nietos/amigos/perro y sentirte genial. Más allá de eso, beber agua también puede hacerte lucir más joven. Esto es debido a que cuando tú estás: “Deshidratada, el cuerpo tomará agua de tu piel y tejidos, haciendo a tu piel menos elástica y a tus ojos más hundidos”.