El National Reconciliation Day nació como una celebración de los lazos (y la reconciliación) entre negros y blancos en Sudáfrica. De acuerdo con la Clínica Mayo algunos de los beneficios para la salud del perdón son las relaciones más sólidas, paz interior, niveles menores de estrés, presión arterial más baja, felicidad y una considerable disminución del riesgo de volverse alcohólico. Por otro lado, también hay beneficios en decir “Lo siento”, que es algo liberador para el ego. Si estás a punto de hacerlo, fíjate en las 12 excusas más comunes que usamos para evitar admitir nuestros errores, y cambiarás tu perspectiva. así decidirás hacerlo.
1. Decir “Lo siento” es reconocer la culpa
De hecho, es un reconocer que somos humanos. Como dice Alexander Pope: “Errar es humano, perdonar, divino”.
2. Él/Ella sabe que no era mi intención
No estés tan segura de eso. Muchas veces las personas dan cosas por sentado y si hieres a alguien, haya sido intencionalmente o no, no hay nada que perder pero sí mucho que ganar diciendo “Lo siento”.
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3. Decir “Lo siento” demuestra debilidad
Por el contrario, muestra que tienes confianza y valor para aceptar el riesgo de un rechazo y suficientemente humilde como para admitir tus errores.
4. Él/Ella me hirió primero
La actitud de ojo por ojo lo único que consigue es amargarte más. Es infantil y, además, admitir tu parte de culpa abre las vías de comunicación y permite a la otra persona sentirse segura para decir que lo siente también.
5. No pude evitarlo / No fue mi culpa
¿Realmente importa de quién es la culpa? Si no pudiste evitarlo es aún más poderosa la necesidad de una disculpa, aunque solo sea para hacer que el otro se sienta mejor.
6. En vez de presentar una disculpa sencilla dices cosas como: “Lo lamento, pero…” o “Lamento que lo hayas tomado de esa forma”
La próxima vez que te sientas tentado a condicionar tu disculpa con un pretexto, intenta decir simplemente “Lo siento” y cierra la boca. Espera a ver qué pasa. Recuerda que la reacción del otro a tu disculpa no es un reflejo de ti sino de cómo él/ella se sienten acerca de sí mismos.
7. No es culpa mía, él/ella es demasiado sensible
Es verdad, pero una vez que te das cuenta de eso, tienes que tener la empatía para entender cómo se siente la otra persona. Ponte en su piel.
8. Me han malinterpretado
No tengo por qué explicar mis actos. Los malentendidos son muy comunes y se pueden aclarar. Es responsabilidad nuestra hacer que el otro entienda exactamente lo que queremos decir. Está muy bien dar marcha atrás y ofrecer una explicación.
9. Otro día nos arreglamos
No hay mejor momento que ahora para hacer que las cosas mejoren. No sabes si habrá otra oportunidad.
10. Decir la verdad es un impulso para la confianza personal
Hay muchas formas de decir la verdad. Una de ellas es la diplomacia, o el arte de decir las cosas sin ser hiriente.
11. Lo hecho, hecho está, no hay nada que pueda cambiarlo
No puedes cambiar lo que hiciste pero puedes hacer algo acerca de ello. Y eso es disculparte por ello.
12. No tiene sentido revolver las cosas
De hecho, sacar los trapitos al sol ayuda a ventilarlos y despejar las cosas.
Deseamos haberte inspirado para que levantes el teléfono o escribas un email diciendo: “Lo siento”.
