Cómo criar hijas con buena autoestima-SliderPhoto

Cómo criar hijas con buena autoestima-Esteem-MainPhoto

La autoestima es algo de lo que yo carecí cuando era más joven, durante toda mi niñez hasta más allá de mis veinte. Quizá ese fue el disparador de mi larga lucha con la bulimia que, afortunadamente ya dejé atrás. Me ha llevado toda la vida llegar a sentirme bien conmigo misma, puedo vivir con eso, pero como madre de dos niñas de 9 y 12 años, una de las misiones de mi vida es ayudarlas a sentirse bien con ellas mismas desde ahora.

Tengo que decir que, hasta ahora, vamos bien. Todos los años, cuando hacemos el chequeo general con su pediatra, el doctor invariablemente les pregunta: “¿Te gustas como eres?”, y todas las veces ellas le han mirado con los ojos muy abiertos y han respondido con un rotundo “¡Sí!” Pareciera que les sorprende que alguien les pregunte eso. Su actitud me hace reír pero también me hace sentir que, a pesar de las dudas comunes que tenemos todas acerca de si somos buenas mamás, ¡lo estoy haciendo bien!

Cuando era niña era terriblemente tímida pero, además, me odiaba a mí misma profundamente. Tanto, que llegué a hacer algo que hoy es, desafortunadamente, una tendencia entre las chicas jóvenes: la auto-mutilación. En mi adolescencia, era capaz de hundir unas tijeras bien afiladas en mi antebrazo hasta hacerme sangrar. El dolor era como un chute de droga, de alguna manera, y el castigo que me estaba imponiendo a mí misma me compensaba. Todavía tengo las cicatrices como recordatorio. Entonces… ¿cómo alguien que no se quería en absoluto a los 8 años pudo criar a dos niñas que continúan sorprendiéndome con su confianza y seguridad en sí mismas? Mientras yo intentaba encajar en el sistema desesperadamente cuando tenía su edad, mis hijas hace tiempo que se sienten perfectamente seguras de quiénes son y lo demuestran diferenciándose de los demás sin complejos: la más pequeña se pone calcetines diferentes a propósito y la mayor descollando en la cancha de baloncesto.

Lee también: 10 señales de que sufres un trastorno alimenticio

How-to-Raise-Daughters-With-Good-Self-Esteem-photo2

Mi camino propio hacia quererme a mí misma comenzó en mis treinta, cuando decidí que estaba lista para tener hijos. No estaba muy segura de cómo afectaría el embarazo a mi imagen, y si esto causaría que mi desorden alimenticio volviera. Pensando en mi niñez, me di cuenta de que la pobre imagen de mí misma que tenía se debía, en gran parte, a un comportamiento aprendido.Crecí viendo a las mujeres adultas de mi familia quejarse de sus grandes muslos, sus pechos caídos o ser demasiado gordas; y las vi hacer dietas extremas con regularidad. En aquel entonces no se sabía mucho de los desórdenes alimenticios, la imagen corporal o la autoestima de las mujeres. Como resultado, nunca me sentí suficientemente buena.

Si iba a traer hijos a este mundo, juré que nunca me criticaría en frente de ellos, nunca me quejaría de mis defectos, mi peso, mi edad… Y, milagrosamente, mientras mi barriga crecía y mi cuerpo cambiaba en cada embarazo, me enamoré de él. El cuerpo que tanto había odiado cuando era más joven, creó dos personas por las que daría la vida. ¿Cómo podría no adorar cada centímetro de piel flácida, cada estría… si fueron el resultado de dar a luz a mis hijas? ¿Cómo podría no quererme por haber preparado mi cuerpo y mi alma para tener a estas niñas?

How-to-Raise-Daughters-With-Good-Self-Esteem-photo3

La verdad es que, fingiendo una autoestima que no tenía por el bien de mis pequeñas, no solo la he desarrollado de verdad, sino que aparentemente, se la he contagiado. Las dos piensan que soy bella, fuerte, lista y tengo don de gentes. Pero, lo más importante, ellas creen que son bellas, fuertes, listas y tienen don de gentes. ¡Y es verdad!

Así que, cuando alguien me pregunta cómo hago para criar hijas con tan buena autoestima a pesar de la presión de los medios en cuanto a la imagen que se supone que tiene que tener una mujer, les cuento mi historia. Tus hijos te observan todo el tiempo, y todo se reduce a mostrar que una se ama a sí misma día a día. Al principio quizá sientas que estás fingiendo pero, después, y confía en lo que te digo, empezarás a sentirlo de verdad y quizá hasta te preguntes cómo alguna vez no lo hiciste. Entonces, cuando te des cuenta de que tus hijas se quieren a sí mismas por lo que son, harás las paces con tu propio y difícil recorrido hasta alcanzar una autoestima saludable.