CONTROLA LO QUE PUEDAS Y RESPIRA HONDO
Todos tenemos momentos de preocupación, pero las mujeres tienden a preocuparse más que los hombres. Las personas a menudo se preocupan porque algo les importa de verdad. Sin embargo, nuestra preocupación es más efectiva cuando estamos equilibradas: pensamos con más claridad y somos más creativas e intuitivas. La preocupación puede volverse un hábito perjudicial para la salud que actúa como un agujerito en un tanque de gas, chupándote tu energía vital y, desde luego, robándote la paz interior.