2. Tu cuidado infantil no funciona.
Incluso si haces todo lo que puedes para conseguir cuidado para tu hijo, a veces los planes fallan. Las guarderías se llenan, las nanas renuncian, las personas se enferman y a veces un bebé simplemente necesita de su madre (o padre). Cuando algo así pasa primero respira. Luego llama a tu jefe y explícale la situación. Lo más probable es que si las opciones son que faltes al trabajo y no cumplas con tus pendientes o que trabajes eficientemente pero con un bebé, tu jefe elija lo último.
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