Aunque todas sabemos lo fantástico que es el yoga e incluso las mejoras que logramos al ir a clases de yoga, por alguna razón, muchas sienten que es un gran reto practicar yoga en casa. Nadie niega los hechos, como reporta el Huff Post, el yoga reduce el estrés, incrementa la flexibilidad y fuerza, ayuda a alcanzar un estado de calma y puede incluso ayudarnos a dormir mejor. El yoga puede aumentar el desempeño atlético en otros ejercicios (¡puede ayudar a correr más rápido, mejorar la fuerza y hacerte más poderosa!), puede mejorar tu vida sexual, ayudar a combatir dolores de cabeza y protegerte de lesiones. Así que si la pregunta fuera si debes o no hacer yoga, la respuesta es clara: ¡claro!.
Otra fantástica razón para hacer yoga es que puede realizarce desde cualquier lugar, no requiere de un equipo sofisticado. Puedes practicar yoga desde la comodidad de tu sala/cuarto/jardín, y en estos días mucha gente está tomando las palabras “practicar desde casa” con mucho apecho. Probablemente sea por tener la agenda llena, la pena de hacerlo en público o los crecientes precios de las clases de yoga en estudios locales, pero por cualquiera que fuera la razón, mucha gente está optando por hacer yoga desde casa.
Es fácil hacerlo en el sentido de que no tienes que invertir en ninguna herramienta y no tienes que salir de casa, pero aquí están unas reglas básicas si quieres hacerlo bien. Primero que nada, necesitas hacer un compromiso con la práctica. Cuanto te suscribes a una clase (y pagas por esta) entonces tienes a alguien y algo que garantiza que seguirás yendo. Cuando practicas yoga desde tu casa, solo(a), sólo tu puedes garantizar que le vas a dedicar tiempo. Compromete al menos 15 minutos al día. Algunos días podrás hacer más, pero si logras comprometerte, nunca harás menos. Y esos 15 minutos de yoga al día pueden realmente cambiar tu cuerpo, tu apariencia, tu día y tu vida.
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Si es difícil para ti apegarte a un compromiso de tiempo, entonces usa el sistema del amigo, (como era en tus días de juventud, que tenías a alguien que te acompañe en la escuela) escoge a un amigo que esté dispuesto a comprometerse contigo a ir a casa uno del otro para hacer yoga todos los días. O simplemente para checar que estés cumpliendo con tu promesa de 15 minutos diarios. Pueden discutir cómo les hace sentir la práctica y en qué quieres mejorar. Úsense para apoyarse y motivarse; los hará sentir mejor a ambos con su fuerza y su amistad.
En lo que se refiere al yoga desde casa, mantenlo simple (al menos al principio). Según el maestro de yoga Jason Crandell, una de las partes más difíciles de practicar yoga desde casa es saber que poses conocidas hacer y cuándo y con qué secuencias. “Dominar el refinado y sublime arte de las secuencias toma años de estudio, pero puedes aprender las piezas claves que te permitirán empezar a hacer secuencias propias y mantener confiadamente tu trabajo desde casa.” explica. La regla de oro para empezar es mantenerlo simple y apegarte a poses básicas. Una vez que estés cómoda con la rutina puedes adaptar tus movimientos para ajustarlos a tu ritmo, tu cuerpo y tus necesidades.
Desconéctate y enfócate en el interior. Muchas veces la gente pierde la visión de para qué debe ser el yoga, enfocarte en el interior y estar en el momento presente. Puede ser difícil hacerlo cuando estás en un cuarto lleno de gente usando ropas ajustadas y tomándose #yogi selfies, pero cuando practicas desde casa puedes realmente enfocarte en ti misma, tu respiración y tu ser. No teléfonos celulares, no niños, no emails y no vecinos ruidosos; es tiempo para ti solamente.
Prepara el ambiente para un yoga casero óptimo. El ambiente cuenta más de lo que crees, lo que es parte de la razón por que la gente valora su tiempo en sofisticados estudios de yoga. La iluminación es la correcta, la gente está enfocada, el cuarto huele bien. Trata de emular ese mismo ambiente en tu propia casa. Si, puede tardar unos minutos prepararlo pero vale la pena si realmente quieres que tu práctica casera funcione.
Por último, no te limites en tomar los recursos que están disponibles para ti. No eres ni la primera ni la última persona en practicar yoga desde casa, y nadie espera que seas una profesional de la noche a la mañana. Necesitas guía y por suerte hay muchísimos recursos; desde clases de yoga en línea como Yoga Glo a clases de yoga en estudios locales y literatura.
