Nos miraremos al espejo y nos pondremos a evaluar si nuestro abdomen quedó plano, flojo o con estrías. Y, si estamos embarazadas, estaremos pensando lo mismo: “¿Se me irá a caer?, ¿faja o no faja?” Existe un sinfín de preguntas que no terminan nunca pero, por más preguntas que nos hagamos, nuestra pancita sigue igual.