Admítelo. Todos somos hipócritas de vez en cuando. Obviamente nadie intenta serlo, pero le pasa hasta a los mejores y realmente no es nuestra culpa. “La hipocrecía es el estado natural de la mente humana” de acuerdo a Robert Kurzban, autor del libro Porqué Todos (los Demás) Son Hipócritas (en inglés). Kurzban dice: “La clave para entender nuestras inconsistencias de comportamiento está en entender el diseño de la mente. La mente humana consiste en muchas unidades especializadas diseñadas por el proceso de evolución por la selección natural. Mientras que estos módulos a veces funcionan juntos naturalmente, no lo hacen siempre, lo que resulta en creencias imposiblemente contradictorias, vacilaciones entre paciencia e impulsividad, violaciones de nuestros principios morales supuestos, y visiones excesivas de nosotros mismos.”
Pero si te adhieres a la sabiduría de Tennesse Williams, quien dijo “¡La única cosa peor que un mentiroso es un mentiroso que además es hipócrita!” no te culpamos. Así que pensamos en darte un poco de perspectiva y una oportunidad de examinar tus propias tendencias hipócritas con 20 ejemplos de hipocresía que podrían aplicar a ti.
1. Mandar mensajes mientras manejamos, y gritarle a los niños y a los demás que no lo hagan. Somos culpables en esta. Y quizá es el mejor ejemplo de hipocresía en el mundo.
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2. Decir “tengo amigos negros” como si eso significara que no tienes prejuicios contra la raza, pero agarrar tu bolso más fuerte o cerrar con llave tus puertas a la primera señal de un hombre negro. Si fuiste criada con miedo de las personas de otras razas, quizá es el tiempo de dejarlo ir.
3. Apoyar los derechos de los que trabajan en granjas, y luego quejarse de los precios caros en los mercados de granjeros. No seas así.
4. Estás estresada en el trabajo, así que cuando tu jefe se va de vacaciones, pasas algo de tiempo revisando Facebook. Lo que no sepa no le afecta, ¿verdad? Falso. Si necesitas un descanso de tu trabajo, entonces tómate unas vacaciones o háblale a tu jefe sobre una mejor distribución de tus tareas pero no desperdicies el tiempo de tu compañía con tu propia vida privada.
5. Creer que matar está mal, pero de alguna manera te pones un poco flexible con respecto a ese tema si el que fue herido fue un ser querido. O crees que las personas tienen un derecho a vivir, a la libertad y a buscar su felicidad, o no.
6. Este es uno de los ejemplos más obvios de la hipocresía: pensar que los chismes son malos, pero de todas formas los repites. No es necesaria mayor explicación.
7. Estar de acuerdo con que el trabajo infantil está mal, pero luego no revisar etiquetas para ver dónde fue hecha tu ropa. La ignorancia no es excusa pues se reporta regularmente en los medios masivos a las marcas que usan y abusan de niños para hacer ropa y otros bienes textiles.
8. Querer lo último de la tecnología, incluso si viene de un país en donde las personas son oprimidas. ¿Sabes de dónde viene tu celular, quién lo hizo y cómo fue tratado?
9. Decir “ningún niño debería pasar hambre”, y luego negarte a donar a un banco de comida o a hacer algo al respecto. Si puedes pagar esa taza diaria de café caro, también puedes ayudar a los necesitados.
10. Decirle a tu compañero/esposo/hijo que deje de ser tan flojo, mientras descansas en el sofá. ¡Culpables!
11. Cuando un político casado dice que engañar a alguien está mal, pero luego aparece en las noticias rogando por perdón. Este no eres tú necesariamente, pero podría serlo. En general, decir que el engaño está mal y luego hacerlo es bastante absurdo.
12. Decir que es importante decir la verdad, pero cuando alguien viene a decirte malas noticias, no quieres escucharlo. Si dices que se debe decir siempre la verdad, deberías estar preparada para escucharla cuando viene a ti.
13. Aquí está otro de los mejores ejemplos de hipocresía que hay: defender el balance entre el trabajo y la vida pero no llevarlo a cabo. ¿Quién no es culpable de esto de vez en cuando?
14. Decirle a tu adolescente que vaya despacio cuando maneje, pero tú te vuelas un alto porque no quieres perderte la premier de la temporada de quién-sabe-qué. Intenta dar el ejemplo con buenos hábitos para manejar siempre.
15. Decirle a tus hijos que suelten sus celulares, mientras tú revisas el tuyo. Sabemos que es difícil soltarlo, pero tienes que hacerlo si pides lo mismo de tus hijos.
16. Decir que todo se trata de comer saludable y hacer ejercicio, y no del tamaño, mientras que en secreto maldices a la persona con sobrepeso del gimnasio. No juzgues a otros (¡ni a ti misma!) sólo por el tamaño.
17. Ver el letrero de “No meter alimentos” y meter de todas formas algo en tu bolsa o bolsillo cuando vas al cine. Los cines ganan muy poco con las ventas de los boletos. Lo que los mantiene en pie (para que puedas disfrutar del matiné del domingo con la familia) son las personas que compran alimentos. Además, ¿a quién no le gustan las palomitas?
18. Decir que todos deberían “hacer lo que aman” y no seguir tu propio consejo. Esta es difícil, lo sabemos, porque tienes que ganar suficiente para vivir, ¡pero piensa en la oportunidad que tienes para demostrarle a tus hijos que todo es posible si se intenta!
19. Decirle a tus hijos que robar es malo, y “tomar prestados” clips y otros artículos de tu oficina y llevártelos a casa. Puede no parecer mucho, pero a la larga lo es.
20. Quejarte del gobierno y no votar. ¡Esto nos enoja! Mejor lo dejamos ahí. Ahora, con esto en mente, ve a hacer las cosas mejor, a ser mejor y a vivir mejor.