1. Se necesitan dos.
Como se necesitan dos para bailar el tango, se necesitan dos personas para practicar la telepatía, un emisor y un receptor. Si crees que tienes un talento particular para uno de estos roles, empieza por ahí, pero no tengas miedo de cambiarlo. Y, a la hora de escoger a un socio, es mucho más probable que leas los pensamientos y las señales de alguien cercano a ti primero.