Claro que quieres disfrutar, y aunque no deberías considerar estas vacaciones como unas vacaciones de comer de manera saludable, definitivamente tampoco deberías privarte. La moderación es la clave para mantener tu dieta bajo control, y hay unas cuantas maneras sencillas de mantener esos gustos bajo control sin arruinar la diversión.
Primero, omite la soda y mantente con el agua. Si solo agua no funciona para ti, intenta añadir limón o seltzer cuando quieras algo gaseoso. Cuando reserves tu hotel, pide un cuarto con cocina — o hasta sólo con un refrigerador — para que por lo menos hagas una comida al día dentro. Lleva frutas y vegetales para merendar cuando estés fuera. Son saludables y te ayudarán a llenarte para que no devores todo lo que tengas a la vista. También intenta mantener tu horario regular de comidas cada vez que sea posible— empaca almuerzos cuando vayas a estar fuera todo el día.