1. Pavo asado y relleno
Si siempre has estado un tanto nerviosa con respecto a asar un pavo, entonces esta herramienta va a cambiar tu vida y tu Día de Acción de Gracias. En vez de bañar tu pavo de forma constante y cuidar de tu ave para asegurarte de que no se queme, simplemente empapas la manta de cielo en mantequilla (yum) y cubres la pechuga para que encierres el sabor y el pájaro se cocine perfecto sin que el pellejo se queme de forma prematura. Es un truco fácil que siempre da un pavo delicioso.
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