15 razones trágicas por las que los Estados Unidos aún son una “Nación Columbine”
La palabra Columbine evoca miedo en todos los padres alrededor del mundo. El trágico tiroteo de 1999 en Colorado fue la peor pesadilla de cualquier padre. Enviamos todos los días a nuestros hijos a la escuela, esperando que estén más seguros que en las calles, pero a veces no regresan a casa… nunca más. Ya que no parece que las estadísticas de tiroteos en escuelas vayan a mejorar pronto, no podemos hacer otra cosa más que preguntarnos: ¿Esto se ha vuelto un modo de vida en América?
Shannon Watts es la fundadora de Moms Demand Action for Gun Sense in America (Madres demandan acción para el uso de pistolas en América). Ella afirma que los tiroteos en los Estados Unidos muestran “… una epidemia de pistolas fuera de control… la idea de que se le pida a un profesor que no se apuntó en el ejército, que se convierta en un francotirador es ilusa.” La triste verdad es que nuestras estadísticas de violencia armada tan sólo están empeorando, lo que prueba que aún somos una “Nación Columbine.” Aquí hay otras 15 razones por las que esta realidad prevalece.
1. Pistolas sin seguridad.
Si queremos que las estadísticas bajen, necesitamos ver la raíz del problema. De acuerdo a Everytown for Gun Safety más de dos millones de niños en EEUU viven en hogares donde las pistolas no están guardadas con suficiente seguridad.
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2. No hay suficientes discusiones abiertas.
No se discute con frecuencia el poder de las pistolas ni el daño que pueden hacerle a un ser vivo. Nuestros niños no tienen manera de saber si no se les da la información.
3. Los medios hacen que las pistolas parezcan algo cool.
¿Cómo podemos esperar que las estadísticas bajen si los medios muestran a las pistolas como un accesorio cool que se usa como forma de intimidación? Los “machos” cargan pistolas y se sienten geniales haciéndolo.
4. Seguridad.
Si tener una pistola es indispensable para ti, asegúrate de al menos tomar clases para asegurarte de que la estás usando apropiadamente.
5. Leyes inconsistentes.
No hay leyes federales que requieran revisión de antecedentes para los propietarios de pistolas. Cada estado tiene sus propias leyes. De acuerdo al HuffPost: “De los ocho estados que requieren que los residentes muestren sus identificaciones antes de votar (…) todos ellos permiten que los residentes compren armas a través de vendedores privados sin pasar por ninguna revisión de antecedentes ni mostrar ninguna clase de identificación.”
6. Gente terca.
Como regla general, a los estadunidenses no les gusta que se les diga qué hacer con respecto a nada, pero sobre todo cuando se trata de su propiedad privada –lo que, para muchas personas, incluye sus pistolas-. Si aprendiéramos a superar este tema, seguramente tendríamos unas estadísticas menos horripilantes con las cuales lidiar.
7. Insensibilidad a la violencia.
La violencia está en todas partes. En los videojuegos, en las noticias, y saturando las películas y la televisión. Estamos insensibilizados y no rechazamos tan fuertemente la violencia como las generaciones pasadas.
8. Nuestra historia.
Nuestra historia está llena de violencia. Como padres, debemos explicarles efectivamente a nuestros hijos que está bien dispararle a alguien en ciertas ocasiones (como defensa propia), pero no en todas.
9. No estamos conectados a nuestros hijos.
Estamos teniendo problemas para conectarnos con nuestros hijos hoy día más que nunca. Todos estamos demasiado ocupados y nuestras vidas nos causan más estrés que nunca. Si no conocemos realmente a nuestros hijos, a sus amigos, y a lo que hacen, es más posible que se involucren en actividades riesgosas como actos violentos.
10. Tenemos miedo.
Como regla general, vivimos en un tiempo de miedo. Desde los medios hasta los políticos, el miedo se usa para guiar nuestras elecciones. Perdemos la oportunidad de desarrollar pensamiento racional, lo que nos hace volátiles y con frecuencia violentos.
11. Pensamos que somos inmunes.
Como un niño que piensa que nunca le pasará nada cuando se involucra en actividades de riesgo, nosotros mismos no pensamos que las estadísticas de violencia de pistolas se apliquen a nosotros. Pensamos que la escuela de nuestro vecindario es inmune y que nunca podría pasar donde vivimos. Stoptheshootings.org tiene un mapa que muestra que, de hecho, pasa en todas partes.
12. No aprovechamos los programas que hay disponibles.
Quizá no lo sepas, pero del 19 al 25 de octubre del 2014 es la Semana de Escuelas Seguras de los Estados Unidos. Muchos no saben del apoyo que hay disponible para individuos, padres y educadores. Y, tristemente, no los aprovechamos.
13. No reportamos las amenazas.
Si alguien habla sobre realizar un tiroteo, ¡muchas personas lo ignoran! Necesitamos dejar de temer al riesgo de lastimar los sentimientos de alguien o de meterlo en problemas para poder preservar nuestra propia seguridad.
14. Falta de control de impulsos.
Los niños pequeños responden a los problemas con respuestas rápidas y emocionales. Es nuestro trabajo como padres enseñarles que las acciones tienen consecuencias, y que es mucho mejor detenerse, pensar las cosas y tomar decisiones responsables. También debemos ser un modelo y tomar decisiones balanceadas, educadas y no violentas en nuestras vidas para que realmente lo enTendemos a perdernos en las semánticas y procedimientos políticos en vez de encontrar un acercamiento sensato al control de armas en el que podamos estar todos de acuerdo. Después de todo, salvar aunque sea una vida lo valdría.
15. Ruido político.
Tendemos a perdernos en las semánticas y procedimientos políticos en vez de encontrar un acercamiento sensato al control de armas en el que podamos estar todos de acuerdo. Después de todo, salvar aunque sea una vida lo valdría.
