El movimiento clamshell es genial porque es efectivo para tonificar tus glúteos y músculos de la corva, pero también te permite recostarte en el piso. Es sorprendentemente fácil, pero no te dejas engañar—después de unas cuantas repeticiones tus músculos estarán gritando. Recuéstate de lado con tus rodillas y caderas flexionadas y tus piernas apiladas una encima de la otra. Mantén tus pies juntos, levanta la rodilla que tienes encima para que crees la forma de un diamante entre tus piernas. Pausa, luego regresa a la posición inicial. Continua por alrededor de 1 minuto y luego cambia de lado.