Te estarás preguntado, ¿por qué necesito otras recetas con avena? Estos días todo mundo está buscando formas de mantener una dieta saludable sin sacrificar los sabores que aman. Y si quieres una rutina nutritiva con la que te mantendrás,satisfarás, llenarás y serás feliz, todo comienza en el desayuno. Síp, tu madre tenía razón, el desayuno es la comida más importante del día. Pone el tono para todas las comidas que le siguen, puede ayudarte a mantenerte energizada durante el día, te defiende contra la privación, y puede ayudarte a relajarte a lo largo de tu día. Si no estabas segura antes, ahora lo estás; un desayuno balanceado y llenador es el ingrediente clave para un estilo de vida sano.
Pero ¿qué deberías comer? Permítenos presentarte la última tendencia en desayunos que está dominando al mundo de la salud: Avena refrigerada. Es exactamente lo que el nombre implica… avena cruda que dejas remojada durante la noche en un líquido hecho a base de leche, fruta o yogurt. La avena se expande en la base líquida durante la noche, adquiriendo la textura de la avena tradicional, pero más saludable. Como Livestrong informa, la avena cruda está repleta con beneficios a la salud y nutrientes. “Una porción de media taza de avena no cocinada provee 74% del valor diario para magnesio, y por lo menos 10% del valor diario de tiamina, hierro, zinc, magnesio, fósforo y selenio. La tiamina te ayuda a convertir la comida en energía, y el hierro ayuda a los glóbulos rojos a transportar oxígeno a través cuerpo”. En otras palabras, es uno de los platillos para el desayuno más saludables que puedes disfrutar— ¡y también tiene un gran sabor! Aquí hay 8 recetas con avena que son deliciosas y te ayudarán a dominar la avena refrigerada.
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1. Pastel de zanahoria con avena reposada de proteína
¿Alguien dijo postre para el desayuno? ¡Somos toda oídos! Si amas el pastel de zanahoria amarás esta versión con avena refrigerada. La adición de zanahoria rallada, canela, especias para pastel de manzana y yogur griego hace que la avena tenga un sabor cremoso, rico y como el de un trozo de pastel de zanahoria celestial.
2. Avena refrigerada con plátano y chía
Esta receta sencilla combina avena cruda con banana aplastada y semillas de chía. El truco para obtener el platillo perfecto es asegurarte que tus porciones son correctas para que la avena no sea muy espesa o muy derretida. Lo ideal es que quieras una mezcla que tenga una consistencia como pudín, y luego puedes ajustar al gusto y añadir los toppings según se necesiten. Comienza con un radio 1:1:1—1 parte avena, 1 parte de leche, 1 parte de yogur.
3. Avena remojada con yogurt de coco
Seguro, podrías remojar la avena en leche, leche de almendra, yogur griego o alguna combinación de todas éstas. Pero el yogur de coco lleva a tu avena refrigerada a otro nivel de salud. La idea es que remojar tu avena en yogur hace que la avena sea más digestible debido a que los probióticos en el yogur ayudan a romper los carbohidratos en la avena, haciéndolos más fácil de digerir. El yogur de coco es genial debido a que es libre de lácteos, alto en fibra, es un endulzante natural y está repleto con grasas triglicéridas de media cadena.
4. Avena regrigerada con mantequilla de maní
Este platillo es asombroso debido a que— como todas las mezclas de avena refrigeradas —puedes hacerlo la noche anterior (eso significa menos trabajo para ti en la mañana) y porque es increíblemente cremoso, rico, llenador y naturalmente dulce. Gracias a la adición de la mantequilla de maní (o mantequilla de almendra si la prefieres) y al jarabe de arce, tu avena estará perfectamente dulce sin añadir nada de azúcar.
5. Avena refrigerada con limón, tomillo y miel
Puede que no creas que el tomillo irá bien con la avena, pero estás equivocada. Esta receta combina tu avena cruda con yogur, leche, jugo agrio de limón y ralladura, además de vainilla, tomillo fresco y miel que dan como resultado un platillo que es ligeramente dulce, refrescante y estalla de sabor.
6. Avena refrigerada con proteína de chocolate
Cualquier receta que nos permita comer chocolate en el desayuno está bien en nuestra opinión. Este platillo está cargado con proteínas gracias al yogur griego. El polvo de cocoa añade la cantidad justa de sabor a chocolate sin añadir culpa alguna. Esta es una de nuestras recetas favoritas de avena refrigerada que existen.
7. Avena refrigerada con arándanos y en un tazón cantalupo
Olvídate de los Mason Jar o los bowls, esta avena refrescante es servida en un bowl hecho de cantalupo, haciéndolo doblemente bueno para el desayuno. La avena es mezclada con arándanos frescos, leche de almendras, semillas de chía y jarabe de arce, luego son refrigeradas durante la noche. La mañana siguiente cuando estés lista para comer algo del cantalupo cortado, verte la mezcla entera en tu bowl-cantalupo y el desayuno está servido.
8. Avena refrigerada de mantequilla de maní y mermelada
Qué niño no ama un sándwich tradicional de mantequilla de maní y mermelada? Y aunque tu niña interior quizá algunas veces anhele una mezcla de mantequilla de maní cremosa mezclada con una dulce mermelada de frutas, no siempre es la mejor opción si quieres controlar tu peso e ingesta de calorías. Esta versión saludable de avena refrigerada durante la noche con mantequilla de maní y puré de fresas es exactamente lo que necesitas.
