Hasta que Enzo cumplió los 16 meses, juré que sería hijo único. Tardé un poco en acostumbrarme al papel de madre. 21 meses después del inicio de esta aventura, me veo capaz de decir que, justo ahora, es cuando estoy empezando a sentirme más segura en el papel de madre trabajadora. Mi esposo y yo finalmente nos hemos acostumbrado al papel de padres y ya hemos podido establecer una rutina. Aunque Enzo aún tiene problemas de sueño, y todavía creo que es difícil manejarlo todo, confío más en que estamos haciéndolo lo mejor que podemos. Así que, cuando pienso en empezar de nuevo con otro hijo, y quedarme embarazada, esta vez ya teniendo un hijo a nuestras espaldas, ¡la idea es abrumadora!