¿Estás hecha para trabajar desde casa?-MainPhoto
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Siempre he trabajado desde casa con mis hijas. Aquí estamos las tres.

Marissa Mayer, la CEO de Yahoo, puso Internet al rojo vivo con su memo a sus “Yahoos” publicado en All Things D, en el cual anunciaba que, para junio del 2013, todos los empleados contratados para trabajar desde su casa deberán presentarse a trabajar en las oficinas de Yahoo. La lluvia de críticas por la decisión de Mayer no se hizo esperar y llegó desde todos los rincones de la Web.

Como trabajadora desde casa (teletrabajadora) de toda la vida, al principio me uní al coro de críticas. Siempre he trabajado de esta forma. Como me gusta trabajar por objetivos, la verdad es que no prospero en un ambiente de oficina normal. Me parece que las conversaciones en los pasillos o en la máquina de café se centran más en  chismes y rumores que en comunicarse para solucionar problemas laborales entre todos.

Las escasísimas veces que he trabajado en una oficina, me he tenido que llevar trabajo a casa y quedarme hasta tarde trabajando para compensar el tiempo perdido durante el día. Almuerzos largos, interrupciones constantes de los compañeros, visitas, charlas y el sonido de la TV de fondo no propiciaban el rendimiento laboral. Holas, adioses, “tengo cita con el doctor” y “¿Dónde demonios está…?” interrumpían mi concentración constantemente. Para mí era un reto llegar a poder hacer algo en todo el día.

De hecho, cuando trabajaba para una publicación online de noticias, me di cuenta de que, en las raras ocasiones en que iba a la oficina, mi productividad descendía en, por lo menos, un 50%. De todos modos, esta es la opinión particular de alguien que ha trabajado desde casa ¡durante más de 30 años! Antes de que las computadoras, faxes, teléfonos celulares e Internet existieran, yo ya trabaja eficientemente desde mi casa.

Al evitar trasladarme hasta el trabajo, con el consiguiente tráfico, y poder obviar las charlas de oficina, las políticas internas de la oficina, los rumores y las interminables reuniones, que son, por cierto, las maneras más comunes de perder el tiempo en el trabajo, cuando me siento a trabajar… trabajo. Si digo que trabajé seis horas seguidas, son de verdad. Por otro lado, no cuento el tiempo que empleo en terminar una determinada tarea. La hago, y punto. No importa si me lleva una hora o veinte. Es cosa mía optimizar mi tiempo, y lo hago. Soy una emprendedora automotivada. Si la empresa que me contrata me obligara a ir a la oficina cada día, tendría que renunciar a mi puesto de trabajo, sin duda.

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Ahora, también es verdad que puedo entender el otro lado del asunto. Una gran parte de la decisión de Mayer de prohibir el trabajo en casa se debió a que en la empresa necesitaban solucionar un problema de fondo importante: “Marissa está siendo muy cuidadosa con las nuevas contrataciones porque quiere evitar a aquel grupo de empleados que no desean, realmente, ser parte de la empresa, un problema que Yahoo lleva años combatiendo ya que daña la estructura y beneficios de la compañía”. Porque, seamos sinceras, no todo el mundo sirve para trabajar desde casa. Muchas personas no funcionan si no tienen al jefe mirando por encima del hombro. Algunos otros hacen como que trabajan (en la oficina) pero están cumpliendo con la ley del mínimo esfuerzo. Así que, para ahorrarse estas inoperancias, Mayer cortó por lo sano. Sabe que va a perder algunos excelentes empleados con esta nueva política laboral, pero sabe también que se saca de encima a los malos. Así que, en vez de ponerte del lado de Mayer o en su contra, te desafío a evaluar si eres una persona idónea para trabajar desde casa. Si lo eres, no te quedes en un trabajo de oficina. Si no lo eres, seguramente lo harás mucho mejor en la oficina.

CÓMO SABER SI PUEDES TRABAJAR EN CASA:

  • Estás auto-motivada y eres disciplinada.
  • Trabajas bien sola y sabes organizarte.
  • Eres adaptable, capaz de llevarte el trabajo donde sea y hacerlo.
  • Eres flexible. Puedes adaptarte a diferentes horarios, agendas y ritmos de trabajo. Estás abierta al cambio.
  • Te sientes cómoda con las comunicaciones a distancia con tus colegas, jefes y clientes: el teléfono, email, Skype, mensajes de texto o redes sociales.
  • Puedes trabajar igualmente con tus hijos, familia o amigos alrededor. Puedes aislarte simplemente con cerrar la puerta y ponerte unos tapones en los oidos, y trabajar así aunque estés en mitad de una fiesta (lo sé por experiencia propia porque tuve que hacerlo en una ocasión).
  • Confías en tus propias capacidades.

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SABES QUE ERES DEL TIPO “OFICINA” CUANDO:

  • Mides tu trabajo por horas y no por objetivos.
  • Postpones todo una y otra vez en beneficio de las labores domésticas de casa.
  • Disfrutas de compartir con tus compañeros de trabajo por motivos sociales y laborales, los echas de menos cuando te quedas en casa…
  • Quieres que te remuneren tu trabajo por el número de horas que empleas haciéndolo, no por resultados o proyectos terminados.
  • Te distraes fácilmente con los niños, la televisión o Internet… o mirando el vuelo de una mosca.
  • No te gusta lo que haces.

No todos hemos nacido para trabajar desde casa. Y no todos los trabajos pueden hacerse desde casa tampoco. Yo rechazaría un trabajo que me exigiese ir a la oficina porque soy muy independiente y no soportaría tener que quedarme en la ofi si mi trabajo estuviese hecho o, por el contrario, no podría abandonar todo a las cinco de la tarde si no hubiera terminado. Pero no todos somos así, de modo que si el asunto de Mayer con Yahoo es para sacarse a los haraganes escondidos en sus casas, bueno, entiendo su decisión.

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Pero, atentos a sus próximos movimientos… no me sorprendería que, una vez que se haya deshecho de toda ese peso muerto que suponen los vagos, después de unos meses, Mayer contrate a los mejores profesionales en su campo y les permita trabajar desde casa. Una de las ventajas de los negocios online es que puedes contratar a los mejores talentos de todo el mundo. Si ella va a ser una buena CEO, necesita, para construir un equipo sólido, buscar el talento en cualquier zona geográfica y eso puede significar tener que contratar teletrabajadores.

Lorraine C. Ladish es Editora en Jefe de Mamiverse. Pueden seguirla en @lorrainecladish y @mamiverse.