Como trabajo desde la casa, cuando mis hijos no tienen escuela, eso no necesariamente significa que yo tenga vacaciones. Simplemente se traduce en ¡el doble de trabajo para mí! No solo tengo que, como editora de esta publicación, hacer la planificación editorial, cumplir fecha de entrega y manejar las redes sociales, sino que tengo que hacerlo con tres niños en la casa. Esto también implica que tengo aún más sensación de culpa cuando uno de ellos pregunta inevitablemente: “Y hoy … ¿qué vamos a hacer?” y todo lo que puedo responder es: “Pues no sé. ¡Yo tengo que trabajar!”
Claro que me digo y me repito que no soy mala madre sólo porque no puedo jugar con los niños todo el día ni llevarlos al parque de atracciones en vez de trabajar para ganarme la vida. Y por supuesto que me recuerdo a mí misma lo afortunada que soy de poder hacer teletrabajo, de manera que los niños puedan estar conmigo físicamente mientras laboro. Pero en contrapartida, precisamente porque me ven, también me cuentan que tienen hambre, se quejan de que se aburren, o se gritan entre ellos, todo en voz bien alta, para que yo no pueda ignorarlos. Esto hace que trabajar durante las vacaciones infantiles me resulte ese poquito más complicado de lo habitual.
Otras mamis en las redes sociales me han contado que también se estresan sobre qué hacer con los niños durante su época de vacaciones ya que como yo, no pueden darse el lujo de tomarse tiempo libre.
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A continuación, algunas sugerencias para sobrevivir el tener que trabajar cuando los niños no van a la escuela:
- Si trabajas en una oficina y no puedes permitirte un campamento o guardería, pide a tu jefe que te permita trabajar desde la casa. Si eso no es posible, busca un grupo de mamis trabajadoras y formad un grupo. Que cada una pida un día libre a la semana para cuidar de los hijos de todas. Si todo eso falla, pide a tu esposo o incluso ex-esposo que sea el que pida trabajar desde la casa durante unos días.
- Si te lo puedes permitir, encuentra un campamento que no sea muy caro. Os dará a todos paz mental y tus hijos aprenderán nuevas habilidades y harán nuevos amigos.
- Si trabajas desde la casa y no puedes permitirte un campamento, entonces cambia un poco tu horario para la semana. En lugar de trabajar de la mañana a la noche sin parar, yo divido el día. Lo que me funciona es permitir que los niños miren la televisión durante la mañana mientras trabajo, luego pasamos el mediodía haciendo algo todos juntos. Y cuando se relajan después de la cena, vuelva a la computadora hasta pasada la medianoche.
- Lo cual me lleva a ¡aconsejarte que les permitas mirar la televisión! O en cualquier tipo de diversión digital. Cuando mis hijas eran bebés me parecía algo atroz, pero he tenido que aflojar un poco. Ahora me doy cuenta de que nadie se ha muerto por mirar un poco de televisión, sobre todo si mami tiene que trabajar.
- Dales tareas o actividades que les mantengan ocupados mientras te dedicas a tus cosas. Esto puede ser más o menos difíci, dependiendo de su edad. La mayoría de niños parecen funcionar mejor en un ambiente que se asemeje al entorno escolar, incluso en la casa. Si les doy una actividad con instrucciones, es más probable que la realicen que si les digo: “Entreteneos solos durante una hora, por favor”.
- Cuando mis hijas eran mucho más pequeñas compré un jardín de juegos para que pudieran gatear sin temor a que les pasara algo mientras yo terminaba un artículo o una traducción en mi computadora portátil.
- Ahora que son más mayores, las llevo a la biblioteca o la librería y les permito mirar libros mientras tecleo en una esquina. Es una situación que beneficia a ambas partes. Si no necesito conexión de internet, entonces vamos a un parque cercano y y trabajo mientras ellas juegan.
- Explícales tu trabajo. Diles que igual que Papá va a la oficina, tú trabajas en casa y que lo que haces en la computadora (o como sea que te ganas la vida), os permite vivir en la casa que tenéis, comer cosas ricas y comprar ropa.
- Date un respiro. Date cuenta de que mientras los niños estén en la casa, no vas a poder trabajar al ciento por ciento. Y no pasa nada por ello. Recupera ritmo antes y después de las vacaciones.
- Date un rato libre a diario. Ya sea una hora o 15 minutos, pásalos con tus hijos, sin hacer otra cosa. No pongas fotos en Instagram o Facebook, no tuitees sobre ello. Y no contestes el teléfono, aunque sea tu jefe. Ya la llamarás en un ratito.
Sobre todo recuerda que no eres la única y que las vacaciones tienen principio … ¡y fin!
Lorraine C. Ladish es Editora en Jefe de Mamiverse. Pueden seguirla en @lorrainecladish y @mamiverse.