Intentar ejecutar un suflé perfecto invoca a una serie de imágenes de Lucille Ball moviéndose en su cocina desesperadamente (y sin éxito) tratando de mantener su suflé inflado. Uno de los mitos más grande de esta creación es que es tan delicada que el ruido o vibración más pequeña causaría que se hunda y se arruine.