1. Mantén un diario de alimentación
Fijándote en lo que consumes, te puedes hacer una idea mucho más clara de cuando y cuanto te puedes apartar de la disciplina. Un diario de alimentación te obliga a enfrentarte con la verdad, quizá no comas de la forma saludable que crees hacerlo. ¿Cuánta mayonesa pusiste en la ensalada de atún? ¿Comes demasiados hidratos de carbono?
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