Primero, comencemos con las opciones menos intensas no invasivas. Hay muchos remedios caseros que puedes probar para disminuir la apariencia de las estrías. Aunque no son curas (no hay curas para las estrías), en verdad pueden hacerte sentir mejor sobre el cómo luce tu piel. El aceite de ricino—un tratamiento común para los problemas de la piel que van desde el acné, a las manchas de la edad—puede ayudar cuando masajea las áreas afectadas de la piel. El Aloe Vera también tiene propiedades calmantes que pueden ayudar a que las estrías sanen y regresen a su apariencia natural. Las claras de huevo (sí, clara de huevos, como la parte blanca de un huevo crudo) contiene proteínas y aminoácidos que también pueden ayudar a sanar la piel cuando son aplicadas tópicamente.
Si quieres ir por la ruta de las compras, hay muchos productos en el mercado que afirman ayudar a minimizar la apariencia de las estrías. Las cremas hidratantes con manteca de cacao son benéficas en ambos casos; antes y después de que las estrías aparezcan. Si estás embarazada y quieres evitar el desarrollo de cualquier marca mientras tu barriga se hace más grande, puedes probar productos que ayuden a incrementar la elasticidad de la piel mientras se expande, para que de esa manera seas más propensa a regresar a tu forma sin marca alguna. Mientras las cremas pueden funcionar, muchos dermatólogos y esteticistas discuten que el factor más importante no es lo que usas, sino cómo lo usas. La esteticista de la ciudad de New York, Cecelia Wong, sugiere, “usar aceites naturales para masajear tu piel…. fortalecerá y nutrirá la piel mientras promueve la regeneración”. Y así como con cualquier producto o tratamiento de belleza que utilices mientras estés embarazada, siempre consulta con tu doctor antes de hacer cualquier cosa.