Prueba una y otra vez: Intenta ofrecerle el mismo alimento varias veces antes de rendirte. Tu bebé puede cambiar de opinión y decidir ¡que le gustan los guisantes!
No exageres en la limpieza: Limpiar y esterilizar en exceso las manos del bebé no es bueno. Tiene que desarrollar inmunidad natural a bacterias y gérmenes.