Actualizado (UPDATED) el 1st de Agosto de 2016
Emma (no es su verdadero nombre, por supuesto) nunca entendió a las mujeres que tenían aventuras extramatrimoniales hasta que tuvo una. “Era muy prejuiciosa. Siempre pensaba que esto era algo premeditado. Entonces, me di cuenta de que le puede suceder a cualquiera, incluso a mí. Y no era algo agradable de vivir”. Emma se sentía muy poco valorada por su esposo, con el que llevaba casada 10 años. Estaba agotada de ocuparse de las necesidades de la familia y los hijos – en fin, las de todos excepto de las suyas; por eso, los flirteos de un compañero de trabajo inesperadamente le hicieron sentir muy bien y elevaron su autoestima.