Hace poco leí un artículo muy ameno acerca de las señales que indican que ya cumpliste los cuarenta años. Pero según yo lo veo, 40 está demasiado cerca de 39, o sea de la treintena. Ahora, si lo miramos desde la perspectiva de los 45, ahí sí hay cambios y señales. Por lo menos estas son las que yo veo:
1. Se te cae algo y miras a tu alrededor a ver si alguien más joven y ágil que tú se ofrece para levantarlo.
2. Te miras dos veces en el espejo para asegurarte que esa que te mira desde allí eres realmente tú.
3. Lo que crees que puedes hacer físicamente y lo que realmente puedes hacer no coinciden. ¡Por ejemplo saltar por encima de la cerca de tu casa cuando te olvidas las llaves!
4. Una noche de “salida” suena más agotadora que divertida.
5. Cuando vas a comprar ropa agradeces la iluminación pobre de los probadores.
8. Los bancos que encuentras en un paseo al aire libre son más atractivos que el paseo en sí.
Lee también: Sobrevivir una crisis existencial
9. Empiezas a elegir zapatos por la comodidad de su arco y lo práctico de los tacones, más que por lo sexies que se ven tus pies.
10. No creías en cremas milagrosas, pero ahora probarías todas las que te ofrezcan.
11. Ahora entiendes el título del libro “Odio mi cuello” de Nora Ephron.
12. No permites que te etiqueten en fotos que no has autorizado en Facebook.
13. No ves señales de que estén flirteando contigo… por ningún sitio.
14. Juegas a “Adivina quién tiene tetas falsas” con tus amigas.
15. Empiezas a creer que es cierto eso de que la verdadera belleza está en el interior… y lo conviertes en tu mantra.
16. Te invitaron a una fiesta y te fijaste que el horario no interfiriera en tus horas de sueño.
17. La gente joven te mira como si fueras de otro planeta y te llaman “Señora”.
18. Cada vez que te levantas de la cama te duele alguna parte del cuerpo.
19. Sientes que tienes más cosas en común con los mayores que con los jóvenes.
20. Te das cuenta de que las cosas que te parecían tan graves antes, son tonterías y te quieres abofetear por haber tenido todas esas inseguridades tan tontas.
21. Dejas de preocuparte por lo que piensan los demás y te parece estupendo ir a la tienda sin maquillaje y con colita.
22. Tus abdominales ya no son una tabla… más bien son mulliditos.
23. Antes odiabas que te llegara el periodo, ahora casi te emociona que llegue.
24. Tienes mucho menos vellos en tus piernas pero muchos más pelos raros en tu rostro.
25. El invierno se ha convertido en tu estación favorita porque las mangas te cubren los brazos.
