2. Una vida más allá de ser “mamá”
Antes de tener niños, eras muchas cosas aparte de madre, ¿verdad? Quizás tenías una carrera, intereses y aficiones que abandonaste por la maternidad. “Tenemos la idea de que siempre debemos poner a nuestros hijos primero. Pero, en el proceso, sacrificamos nuestras propias necesidades demasiado a menudo”, dice Anna, madre soltera de un niño de 7 años. “Por supuesto, las necesidades de los niños hay que satisfacerlas. Pero cuando me di cuenta de que no mantenía ni uno solo de los intereses que tenía antes de ser madre, supe que era hora de cambiar”. Así que Anna se apuntó a clases de baile dos noches a la semana, mientras su madre se ocupa del pequeño. “Puede parecer algo sin importancia, pero mientras estoy en el estudio de danza soy Anna la bailarina, y no “mamá”. Es muy liberador, y además hace que me enfoque más en mi hijo cuando estamos juntos”.