1. Muffins de huevo
Estos panecillos de huevo son un éxito para el desayuno, el almuerzo o la cena. Para hacer una docena, simplemente mezcla nueve huevos, brócoli picado, un chorrito de leche y un poco de jamón o salchicha picada. Distribuye uniformemente la mezcla en un molde para muffins con aceite, espolvorea un poco de queso rallado en la parte superior de cada uno, y hornea a 350 grados durante diez a 15 minutos o hasta que estén doradas en la parte superior. Esta receta es rápida y fácil, pero más importante, proporciona proteínas, grasas, fibra y muchas vitaminas y minerales. Se pueden servir con salsa y aguacate en dados.
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2. En salsa, asado con queso cheddar
Esta receta crea una salsa que puede ser utilizada para todo, desde verduras frescas a albóndigas, incluso chips de tortilla. Vas a asar el brócoli y luego añadirlo a una salsa de queso con Cheddar suave y un par de dientes de ajo. ¿La razón por la que esto funciona para los niños? ¡Que pueden untar con los dedos, por supuesto!