2. Zelda Fitzgerald: Zelda encantó la sociedad de Alabama con su belleza, gracia como bailarina y la dignidad del apellido de su familia. Su matrimonio con F. Scott Fitzgerald le trajo notoriedad internacional y una vida con estatus de celebridad. Zelda publicaba sus trabajos con algunos retazos de su vida con Fitzgerald, y él, a cambio, utilizaba detalles de su vida en común así como citas textuales del diario personal de ella. Los vaivenes de su matrimonio, el alcoholismo de Scott y su propia inestabilidad mental, hicieron que Zelda ingresara en 1930 en el sanatorio Sheppard Pratten Towson, Maryland, donde le diagnosticaron esquizofrenia. Zelda pasó el resto de su vida entrando y saliendo de sanatorios. Murió en 1948 en el incendio de una clínica.