Los temas pueden ir de divertidos a serios a ridículos y a cordiales, todos con el objetivo de ayudar a la familia a reconectarse después que el día ha terminado. Como madre, tienes que dar el ejemplo, y eso aplica en la mesa de la cena también. No solo te sientes en silencio y comas y cuentes los minutos para que tu cena se termine. Habla acerca de tu día; muestra a tus hijos que está bien compartir y que también es importante escuchar. Tus hijos seguirán tu ejemplo.