1. Piensa en las labores domésticas como una forma de hacer ejercicio. Limpiar la casa hace que tu sangre circule, así que tómalo como una ventaja. Si tienes que limpiar la casa que sea de forma aeróbica. Usa un podómetro y fíjate cuántos pasos das entre pasar la mopa, quitar el polvo a los muebles y todo lo demás. Hazlo más redituable y prueba a hacer sentadillas mientras pasas la aspiradora.