Lo consiguió, milagrosamente, y se reunió con su madre en Carolina del Norte. Lo que le mantuvo en su empeño todo el viaje fue su tesón que nunca desfalleció. Lo que le sucedió cuando llegó a USA no fue, precisamente, un cuento de hadas. En este libro hay gallardía y amabilidad, resiliencia y esperanza, pero también sirve para mostrar cuánto tenemos todavía por delante para solucionar el tema de la inmigración ilegal.
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