Se crearon estas zanahorias, antes, cuando las tiendas querían que su producción sea menos orgánica y más uniforme, como una manera de evitar el desperdicio de zanahorias normales de forma extraña. De acuerdo con el World Carrot Museum, el agricultor que los inventó también probó una versión redonda llamada Bunny Balls (pelotas de conejito), pero por alguna razón no fueron un éxito.
Now the question: Are they bad for you? The short answer is no. At some point an urban myth sprung up about baby carrots being soaked in chlorine (a potentially dangerous carcinogen in large amounts) as part of the process of transforming them into nuggets. It was suggested that the whitish color that develops when these carrots have been sitting out was actually chlorine residue. This has been debunked so kids and pregnant ladies can snack away!