Las invitaciones (y los invitados)
Cuando se trata de invitar a las personas, opta por algo conciso y fácil de controlar. Las llamadas telefónicas son la mejor forma de asegurarte que los invitados obtengan la información que necesitan directamente de ti, y no puede accidentalmente mostrarle el mensaje a alguien más que a) no está invitado o b) es el invitado de honor. Realísticamente, no serás capaz de llamar a todo mundo si tu lista de invitados es muy larga, así que una página de evento en Facebook (que puede mantenerse como un grupo “secreto”) puede que sea una mejor solución. Los emails también funcionan, pero mantén el mensaje breve, y asegúrate de hacer énfasis en que la fiesta es una sorpresa. En Martha Stewart Living, Emma Aubry Roberts aconseja: “Conéctate con tus invitados para saber cuántos son exactamente y asegúrate que tus invitaciones señalen claramente que es un secreto”. Y otro error de novatos, no mandes por accidente el email al invitado o invitada que estás tratando de sorprender. No te rías—le pasa a las mejores.
