“¿Qué hay de nuevo Buenos Aires?” Es lo que Che Guevara alegremente le preguntaba a Eva perón en el musical, Evita. Y es una pregunta que se hará cualquiera que regrese al París de las pampas para otro tango con sus zapatos. Buenos Aires es un ciudad en reinvención constante; tal vez refleja la pasión de sus habitantes por el psicoanálisis y el arte de la elocuencia, que pueden tener el mismo efecto como cualquier texto de Jorge Luis Borges.
Como todas las grandes metrópolis, Buenos Aires es amigable para los peatones; es fácil moverse ( taxis, metros, buses) y está repleta de parques, museos, un zoológico renovado para los niños y varios sitios históricos para explorar. El recientemente aburguesado Palermo Soho (antes Palermo Viejo), por ejemplo, fue una vez un barrio de clase trabajadora con viviendas de una planta conocida scomo “casas chorizo ‘(construidas por inmigrantes italianos) que se situaron junto a tienditas mom-and-pop (negocios que pertenecen generalmente a la familia) y junto a talleres de reparación de autos. Aunque sus calles arboladas todavía mantienen el ritmo lento de antaño, hoy en día, Palermo Soho, junto con el cercano Palermo Hollywood, son barrios saborizados con restaurantes elegantes y boutiques de moda repletos con los especímenes humanos más hermosos.
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Al otro lado de la ciudad, San Telmo, uno de los barrios más antiguos de la ciudad, posee una arquitectura bien conservada del siglo 19; se llena de vida en los fines de semana con exposiciones de arte y ferias de antigüedades. Después de que has comprado, pasea por el Caminito, un colorido museo calle con casas pintadas con colores vivos en La Boca, un barrio portuario con mucha historia. Buenos Aires fue fundada por el conquistador español Pedro de Mendoza en 1536. La ciudad a las orillas del Río de la Plata, siempre han dado un aire más europeo que Sudamericano: Casi un millón de inmigrantes italianos y barcos cargados de españoles emigraron para escapar de guerras y buscar fortuna durante el siglo 19, hasta la década de 1940. Incluso Carlos Gardel, el padrino del tango, era un inmigrante francés. Aunque los lugareños de más edad aún admiran a Europa cada que pueden, los porteños de hoy (apodo para los nativos de B.A). rebosan de un orgullo sudamericano. O sea es canchero (genial) pedir un vino Malbec local o una cerveza Quilmes con tu comida en lugar de algún importación europea en estos días.
LAS HUELLAS DE EVITA
Disfruta de la grandeza de la mítica Plaza de Mayo, la plaza que ha sido el centro de atención de muchos de los acontecimientos históricos de Argentina. Allí, puedes admirar el balcón donde Eva Perón, vistiendo diamantes, saludó a su gente. Observa el exterior de la Casa Rosada; la mansión de color rosa brillante que es recinto de otra mujer poderosa de estos días, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. Luego, sube a un taxi y dirígete al Cementerio de la Recoleta, un cementerio con toques neogóticos y el lugar donde el cuerpo de Evita descansa, y donde se rumoreaba que su tumba había sido allanada por necrófilos (Ve la novela Santa Evita de Tomás Eloy Martínez). Sigue los pasos de Evita y pide una copa en el Alvear Palace Hotel, lugar donde le encantaba beber su té de la tarde.
En la noche, y después de que te hayas saciado con un corte delicioso de carne argentina (ve las selecciones de restaurantes abajo), baila un poco de tango en la Confitería Ideal. Déjate llevar en la pista de baile por un caballero de pelo gris, bajo los candelabros victorianos igualmente elocuentes de este salón elegante de baile. Si prefieres ver, Bar Sur ofrece cena y un show de tango donde los recién llegados pueden ver dúos trágicos y caras presionadas mejilla con mejilla, pecho a pecho, y al sonido de Ástor Piazzolla en su bandoneón.
DÓNDE COMER
La Brigada—Estados Unidos 465. San Telmo—Para los mejores filetes en Argentina, este pequeño restaurante es frecuentemente visitado por celebridades internacionales, así que asegúrate de reservar.
Olsen—Gorrit, 5870. Palermo Hollywood—La decoración es enteramente escandinava. El bondiola argentino (lomo de cerdo) es maravilloso. Llama por adelantado para conseguir una mesa afuera en la cubierta climatizada, o en los sofás alrededor de la chimenea.
Farinelli— Bastante nuevo, pero lleno de rumores, este pequeño espacio ofrece las platillos básicos: ensaladas, sándwiches y entradas.
Cafe Tortoni— Desde 1858, este histórico café estilo parisino atendió incluso a Albert Einstein. Juega billar, dominó y dados en la parte trasera.
DÓNDE DORMIR
Home Hotel—Un hotel eco amigable en Palermo Hollywood que se siente más como una casa.
Costa Petit Hotel— Revive los años dorados de Buenos Aires en este Hotel Boutique con jardín y Piscina.
Vitrum Hotel—En el corazón de Palermo Soho, un hotel con alta tecnología, arte, diseño y alta cocina.
NH Hotel Latino— Amplio y localizado cerca del Teatro Colón y Calle Florida.