Al final, es importante cubrir todos los aspectos sin olvidar ninguno. Asegúrate de mantener el contacto con los docentes y el equipo de psicopedagogos y sigue una rutina diaria con tu hijo. Pero, sobre todas las cosas, involúcrate. Una de las mejores manera que tienes de ayudar a tu pequeño es hacerle entender lo que siente y por qué le disgustan o lo pasa mal con sus tareas del colegio. Y recuerda… no todo tiene que ser 9 y 10 en su boletín.
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