Por experiencia, podemos decir que todos los niños tienen rabietas y hay muy poco que puedas hacer para prevenirlas realmente. Los bebés y los niños en edad preescolar son igualmente propensos a expresar su estrés y la frustración de manera fuerte y violenta. Sin las palabras para comunicarse o la habilidad para procesar lo que les molesta, los niños recurren a llorar y golpear. Según Ask Dr. Sears, “la mayoría de los niños pequeños tienen rabietas. Es un escenario típico del desarrollo del niño.”
Entonces, tal vez saber que no estás sola y que tu hijo no es en realidad un monstruo, es suficiente para hacerte sentir mejor y sobrevivir a los terribles dos años. Pero hemos ido un paso más allá y hemos enlistado 15 maneras inesperadas de manejar las rabietas de tu hijo. Mediante el uso de estas herramientas, quizás puede disipar la situación o incluso evitar el berrinche.
1. Redireccionar
Cuando se trata de lidiar con las rabietas, intenta disipar la situación redirigiendo el niño a algo que no es necesariamente una recompensa que alimente su comportamiento negativo, dirígela a un juguete o actividad lo suficientemente valiosos como para distraerlos de lo que está haciendo.
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2. Distánciate de tus emociones
Si estás tratando con las rabietas, no te permitas quedar atrapado en el calor del momento junto con tu hijo. Si te involucras emocionalmente, sólo añadirás combustible al fuego.
3. Resalta el comportamiento
Muestra a tu hijo cómo luce mientras tiene una rabieta. Puedes mostrarles su propia ridiculez sosteniendo un espejo o imitándolos ligeramente.
4. Examinar el comportamiento
Después de la rabieta, cuando todo vuelve a estar tranquilo, habla con tu hijo del por qué de su comportamiento y cómo este no era aceptable, y explícale que, así, no logrará nada.
5. Retira el niño
A menudo, los niños que tienen rabietas, en parte, para llamar la atención. Si puedes, retíralo de la situación para quitarle su satisfacción.
6. Ignorarlo
No te involucres con su hijo durante o inmediatamente después de su berrinche. Buscan ganar su atención y obtener una reacción. Después de que la situación se ha calmado, puedes discutir el comportamiento.
7. Tiempo fuera
Establece un lugar de descanso. Esto puede ser tan simple como un pedazo de tela doblado que puedes poner en una silla o en el suelo. Cuando el niño comienza a portarse mal y ves que va camino a la rabieta, ponlos en el tiempo fuera. La regla es un minuto por cada año de edad.
8. Factores desencadenantes
Intentar averiguar los factores desencadenantes de tu hijo. ¿Es la hora del día cuando tiene hambre o está cansado? Puedes ayudar tu hijo a permanecer tranquilo y evitar rabietas simplemente administrando estos disparadores.
9. Bajar a su nivel
Antes de que el comportamiento se salga de control o se torne violento, ponte en cuclillas o siéntate al nivel de sus ojos para mostrarles un poco de amor y demostrar te importa lo que les preocupa.
10. Fomenta el buen comportamiento
Intente evitar las rabietas completamente elogiando el comportamiento positivo de su hijo durante el día.
11. Habla con ellos
Durante la rabieta, habla con tu hijo. Anímale a hablar sobre qué le molesta y le pone fuera de control.
12. Mantenlos ocupados
Esta es una estrategia para evitar rabietas en conjunto. Permite que tu hijo lleve un juguete en el coche, mientras está sentado en un restaurante o en el carro durante un viaje de compras.
13. Amor
Díle a tu hijo que le amas. Todo el rato.
14. Discute el por qué ocurre una rabieta
Las rabietas pueden ser el resultado de la frustración que el niño no sabe cómo expresar adecuadamente. Discute qué pasa después de que la rabieta haya pasado para darle a su niño las herramientas para tratar de hacerlo mejor la próxima vez.
15. Risa
Seamos sinceros, quien ha sufrido en público el berrinche de su hijo, sabe que puede ser más que un poco embarazoso. ¡A todos nos pasó! La próxima vez, considera hablar en broma con la persona que esté a tu lado y decir algo como: ¿que tiene este chico? Así le mostrarás al niño que no le esta funcionando.
