¿Y qué opino yo? Pues hay días que estoy más abierta a la idea de tener otro hijo, y hay otros en los que Enzo hace que me suba por las paredes y pienso, “¿Dos? ¡Ni loca!” Elisa dice que se sentía igual que yo, pero con el tiempo y cuando su hijo fue creciendo, pensó que podría hacerlo otra vez. Puede que yo también tenga otro, con el tiempo… Pero al final, la decisión de tener otro hijo es un tema muy personal. Cada pareja debe decidir lo que es mejor para ellos individualmente. Lo que quiera que decidan juntos: tener un solo hijo o añadir otro pequeño amoroso a la familia, la hará perfecta y tú serás la mejor madre del mundo. Si decides embarcarte en la increíblemente bella locura otra vez, se dice por ahí que la segunda vez no estás tan neurótica como la primera, y que los segundos hijos duermen. (Bueno, esto último es una leyenda urbana)