Antes que juzgues en una dirección o en otra, deberías saber todos los datos sobre los partos en el agua. Primero que nada, no sacas al bebé en un jacuzzi o en la piscina de tu vecino. Un parto en el agua es un proceso cuidadosamente monitoreado y es cuando una mujer da a luz en una piscina para partos acuáticos que se mantiene a 97 grados Fahrenheit (aka, cerca de tu temperatura corporal). La piscina a menudo es inflable—imagínate una piscina para niños, pero más clara y menos colorida. Un parto en el agua puede tener lugar en un centro de maternidad, un hospital o incluso tu hogar.