– Cuando los niveles de cloro en la piscina se vuelven altos más allá de lo seguro (y del nivel recomendado), pueden volverse tóxicos para los humanos. Cualquiera que haya nadado con los ojos abiertos y experimentando ardor, rojez, comezón y ojos que pican sabe de lo que estamos hablando. “El exceso de cloración agudo en las piscinas causa que los nadadores experimenten de moderada a severa irritación en los ojos. Experimentan ardor en sus fosas nasales y boca si inhalan el agua con exceso de cloro. Los nadadores también desarrollan erupciones y piel irritada cuando el Ph del agua de la piscina se vuelve desequilibrado”. En conclusión: si experimentas cualquier efecto secundario desagradable después de nadar en una piscina, limpia afondo y completamente tu piel y tus ojos para aliviar cualquier dolor y no regreses al agua hasta que la hayas analizado y sepas que los niveles de cloro no son fuertes.