Todo mundo define cómo vivir la vida de forma diferente. Todas manejamos esa voz pequeña e insatisfecha llamada “arrepentimiento” de forma distinta. Algunas lo hacen como la ultra-segura Jennifer Lopez, que acepta sus errores como parte de quien ella es y como parte de su vida. Como US informa, ella dijo una vez: “No me arrepiento de lo que he pasado. He tenido altas y bajas, súper altas y otras súper bajas, muy bajas. He sido tan bendita que nunca podría decir, ‘desearía que esto no hubiera pasado’. Es parte de quien soy”.
De hecho, cuando a la gente en sus 70s y 80s se le pide consejo sobre cómo los jóvenes deben vivir sus vidas, ‘vive sin arrepentimientos’ es una de las respuestas más comunes. El diccionario Oxford define arrepentimiento como: “Un sentimiento de tristeza, contrito o decepción por algo (algo que uno ha hecho o no hizo)”. Esto significa que hay dos tipos de arrepentimiento. Uno va con la línea de: “Me arrepiento de haber sido muy honesto con mi hermano el Día de Acción de Gracias el año pasado”. El otro suena más a: “Me arrepiento de no haber tenido el coraje de ser honesto con mi hermano el Día de Acción de Gracias el año pasado, porque quizá él necesitaba algo de honestidad en su vida para sacarlo de esa agujero que solo se hace peor con el tiempo debido a que nunca nadie habla con él”.
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Los psicólogos dicen que cuando se trata de arrepentimientos la gente se siente mucho peor con respecto a las cosas que ellos no hicieron a diferencia de las cosas que de hecho sí hicieron. ¿Por qué pasa esto? Bueno, gracias a Dios hay algo en el pisque humano que nos ayuda a racionalizar nuestros errores y seguir adelante. Entonces, aunque la culpa por hacer algo y decir cosas estúpidas se desvanece con el paso del tiempo y distancia, las investigaciones de la Universidad de Columbia muestran que el arrepentimiento por oportunidades perdidas para divertirse y expresarse son mucho más problemáticas a futuro. Las oportunidades perdidas están en la línea de “me arrepiento de no haberle dicho a mi madre cuánto en verdad la amaba cuando ella estaba con vida”, o “me arrepiento de no haberme escapado a la India con mi mejor amiga en ese momento”, o “me arrepiento de no haberlo besado cuando tenía la oportunidad”.
Así que, ¿qué es lo que el experimentar arrepentimiento ha enseñado a nuestros sabios adultos mayores? Una y otra vez hemos leído cómo un número abrumador de adultos mayores se arrepienten de no haber pasado mucho tiempo con sus familias y amigos por estar trabajando y estresándose mucho por cosas pequeñas. Karl Pillemer de la Universidad de Cornell entrevistó a casi 1,500 personas de la edad de 70 y más para su libro, 30 Lessons for Living: Tried and True Advice from the Wisest Americans, y los 5 consejos que fueron repetidos una y otra vez fueron: Siempre sé honesto. Di sí a las oportunidades. Viaja más. Escoge a una pareja con mucho cuidado. Dilo ahora.
Recuerdas el slogan de Nike: ‘¿solo hazlo? (just do it)’ Aunque la compañía puede que solo haya estado vendiendo tenis, sus anuncios con hombres trataban de algo más profundo con respecto a la existencia humana. Una idea tan simple que es la materia de la vida: esos microsegundos donde dudamos y aplastamos nuestro deseo por algo un poco loco a cambio de algo que es simple y seguro. Solo hazlo… planta ese árbol, haz esa película, escribe ese libro, invita a salir a ese hombre a una cita. No va a causar que te mueras o divorcies, adelante, sé atrevida—vive la vida al máximo. Confía en nosotras en esto, si no terminarás arrepintiéndote.
