Calidez es clave y los guantes de piel no solo se ven bien, pero son también ultra protectores contra bajas temperaturas. Si quieres reemplazar tu par viejo de guantes de piel con algo más retro piensa en un laso. No, no en tu cabeza, sino en la muñeca de tu brazo. Estos guantes de cuero con un laso sutil en los bordes, añade el toque adecuado de feminidad para cualquier conjunto de invierno. Un café terroso o naranja se verán muy bien.
