Nota del editor: El siguiente artículo forma parte de una serie inspirada en la celebración de la herencia latina y comida saludable, presentada por Beech-Nut/Goya.
Todos sabemos lo necesaria que es una dieta balanceada, pero ¿qué significa eso en la dieta de un bebé que está empezando a comer sólidos? ¿Acaso cada comida de tu pequeñín tiene que tener todos los grupos de alimenticios? ¿Necesita un niño pequeño ingerir carne con cada comida? ¡Tantas preguntas e incertidumbres!
El ser padres siempre va acompañado de más preguntas que respuestas, y siempre estamos preocupados de estar haciendo algo mal. Sin embargo, darle a tu bebé una dieta balanceada que le asegure todos los nutrientes necesarios no tiene por qué ser una fuente de estrés adicional. Aquí tienes algunos consejos para asegurarte de que tu pequeñín tiene la nutrición adecuada que necesita.
HAZLO SENCILLO
En muchos sentidos, un bebé de un año necesita una dieta que no difiere tanto de la de un adulto. Necesita tres comidas principales y dos meriendas o colaciones por día, una a mitad de mañana y otra a mitad de tarde. Se supone que, a esta edad, estará encantado de probar muchos sabores y texturas diferentes y decidir cuáles le gustan más. Y, como se supone que ya has pasado la etapa de saber si tiene alergias alimenticias o no, puedes ofrecerle diferentes comidas e ir introduciendo nuevos elementos en el menú.
Igual que un adulto, tu bebé necesita un equilibrio de elementos de cada grupo principal de alimentos, aunque no tienen que estar todos presentes en todas las comidas. Eso no quiere decir que no debas repartirlos a lo largo del día. A diario el niño debe consumir proteínas en forma de carne, pescado o legumbres, cereales o granos, incluyendo el arroz y la pasta, frutas, verduras y productos lácteos como la leche, el queso o el yogurt.
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ALÉJATE DE LA COMIDA BASURA
Hay ya demasiados bebés adictos a la comida basura a edades demasiado tempranas, y es fácil saber por qué. Los padres a menudo tienen que dar de comer a sus hijos sobre la marcha, o tienen que cocinar algo rápido después de un día larguísimo y agotador. El resultado es que terminan dándole al niño un paquete de crackers para que se entretenga y el único vegetal que aparece en su plato serán patatas fritas o patatitas noicette. Así que, inevitablemente, desarrollará una preferencia por este tipo de alimentos, y en el caso de las crackers, le harán sentirse satisfecho y no querrá comer su comida después, en vez de de sentirse atraído por las nutritivas verduras y los granos de cereal tan saludables.
Un bebé que nunca ha probado bebidas edulcoradas o snacks salados o postres comerciales llenos de elementos artificiales, no sabe lo que es perdérselos y no los echará de menos. Así que, si evitas que pruebe estos alimentos sin nutrientes pero plenos de calorías vacías, no te los pedirá o los preferirá sobre otros alimentos más sanos. Mantén su ingesta de sal en el mínimo posible, y si la usas, mejor que sea sal marina. No le ofrezcas cosas dulces, aparte de la fruta y el yogurt, para incentivarle a comer, y reserva los helados, los caramelos y algún otro caprichito, para ocasiones especiales (e infrecuentes). Y recuerda… ¡las pastillas de goma verdes no cuentan como verduras en el plato del niño!
¡RELÁJATE!
Cada vez que mi madre se quejaba de que alguno de nosotros, los niños, no comíamos bien, mi querida abuela (su suegra) le decía: “No te preocupes Dorothy, ¡todos se hacen grandes de todos modos!” Y el consejo de la abuela no estaba tan equivocado, después de todo. El otro día mi pediatra me dijo que no me preocupara tanto por la poca variedad de mi hija de 18 meses. A medida que los niños crecen, van probando más alimentos nuevos y se vuelven más “aventureros” al respecto.Cuando empiecen la guardería o el preescolar y vean a otros niños comiendo otros alimentos, querrán probarlos también. Lo que sí es importante, me dijo, es que no le des comida basura a los pequeños.
Todos los bebés difieren en su apetito y ritmo de crecimiento, así que no hay forma de decir con precisión cuánto hay que darle de comer. Por ejemplo, mi pequeña es alta y delgada, y lo ha sido desde que era una recién nacida. Si tratase de darle la misma cantidad de comida que ingieren sus amiguitos más regordetes, terminaría vomitando todo (sí, estamos en esa fase…) y yo terminaría frustrada. Así que, en vez de calcular sus porciones con una taza dosificadora y tirarme de los pelos lamentándome de lo poco que come, le damos de comer hasta que está satisfecha y cuando lo está, no la forzamos a comer más.
A menos que tu bebé esté letárgico y fastidioso todo el tiempo, es muy probable que se esté alimentando bien y sus necesidades nutricionales estén cubiertas. Si el pediatra considera que está creciendo y alcanza todas las metas e hitos esperables en cada etapa de su desarrollo, entonces… relájense, mamá y papá; lo están haciendo bien. ¡Aunque siempre estaría aún mejor si le ponen un poquito extra de vegetales en su próxima comida!