Los títulos universitarios son necesarios para practicar medicina, leyes y otras profesiones. pero en el mundo moderno, un título no significa automáticamente que estés preparada para tener éxito profesional. Soy de una generación que aprendía mucho mediante el oficio. Durante años me gané bien la vida como intérprete de idiomas. No estudié ni obtuve un título para ello: descubrí casi por casualidad que se me daba bien y la práctica – trabajando – me ayudó a mejorar más aún. Una vez, a los veintitantos años, trabajé con una intérprete simultánea que acababa de graduarse.