Parece ser que los niños cuyos padres se involucran y ayudan en la escuela de sus hijos tienen un mayor índice de éxito escolar, pero ¿cuántas mamis tienen el tiempo o la energía de ir a la escuela y leer cuentos a los niños, archivar papeles o acompañar a la clase en una visita al museo local?
Si no lo haces, sin embargo, te sentirás culpable, en parte porque el sistema de escuelas públicas en los Estados Unidos de América pide y espera que los padres se involucren lo más posible en reuniones de padres y maestros, en recaudar fondos, funciones escolares y reuniones. Además tus hijos te dirán que la mamá de Juanito va a la clase a diario a ayudar a la maestra y que por qué tú no lo haces.
Cuando mi hija mayor entró al preescolar encontré una manera de contribuir a su escuela sin dejar la casa, que es donde tengo mi oficina.
Ocurrió cuando recibí la primera hoja informativa de año, que era bilingüe. Me sorprendió la mala traducción al español que resultaba incluso cómica pero – lo peor de todo – imposible de comprender. Me reuní con el vice-director, le expliqué la importancia de que los padres de habla hispana comprendieran los comunicados de la escuela y les ofrecí mis servicios de traducción gratuitos. Eso nos ayudó a todos y aunque durante el año escolar de vez en cuando también iba a la clase a leer en voz alta, mi principal contribución era como traductora. Claro que se lo expliqué a mi hija ¡para que no pensara que mami era una floja en esto del voluntariado escolar!
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Si sencillamente no puedes acudir a la escuela de tus hijos para ayudar a los maestros, sin correr el peligro de volverte loca porque ya no puedes con una sola responsabilidad más, te ofrezco estas sugerencias que puedes llevar a cabo desde la casa:
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Ofrece tus servicios profesionales gratis. Ya seas diseñadora de páginas web, traductora o costurera, ofrece tu mejor talento. Ofrécete para mejorar la web de la escuela, traducir documentos o coser los disfraces para la función de navidad. También puedes hornear dulces si la escuela no prohíbe traer alimentos no envasados (muchas escuelas públicas tienen esa política).
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Usa tu profesión o tu negocio para ayudar. Si eres relaciones públicas por ejemplo, ofrece tus servicios gratis a la escuela. ¿Tienes una imprenta? Haz tú las felicitaciones navideñas o los carteles del colegio. Encuentra maneras de ayudar con la logística, servicios o productos.
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Sugiere que la clase visite tu lugar de trabajo. Si no puedes ir tú a la escuela, invita a los alumnos a tu oficina. Si tienes un empleo o una empresa interesante para los niños, muéstrasela a los niños y maestros. Un horno de pan, una tienda de electrodomésticos, un restaurante, una estación de bomberos, una librería, una fábrica o la universidad son destinos que tienen mucho que ofrecer a los alumnos.
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Dona libros a la biblioteca. Cuando tus hijos ya están grandes para sus cuentos infantiles, dónalos a la biblioteca de la escuela clase. Las maestras de mis hijas siempre aprecian que les regalemos libros, sobre todo porque cada vez hay menos presupuesto para material escolar.
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Coordina eventos. Si no puedes acudir a la feria de la escuela, quizá puedas ayudar a coordinarla. Puedes hacer llamadas desde casa, enviar correos electrónicos o diseñar la publicidad para el evento.
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Ayuda a recaudar fondos. No me refiero a molestar a tus colegas de trabajo, familia y amigos, obligándolos a comprar regalitos carísimos de un catálogo para recaudar fondos para la escuela. Puedes literalmente ayudar a contar el dinero, organizar y enviar los formularios de pedido, o distribuir los productos si no los envían directamente a los compradores.
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Ayuda a los maestros a hacer manualidades. Los maestros hacen tanto trabajo de preparación que a menudo están desbordados. Pregunta a la maestra de tu hijo si puedes llevarte a casa cualquier manualidad que necesite preparar y hazlo por ella. También puede ser una actividad divertida para compartir con tus hijos después de hacer la tarea escolar.
Ponte en contacto con la coordinadora de voluntariado por teléfono o correo electrónico y pregunta cómo puedes ayudar desde casa. Quizá tengan otras tareas aún más interesantes para ti.
Lorraine C. Ladish es Editora Jefe de Mamiverse. Pueden seguirla en @lorrainecladish y @mamiverse.