¿Quieres que tu hijo se convierta en un niño insoportable? ¡Claro que no! Sin embargo,quizás estés haciendo involuntariamente todo lo posible para que así sea. ¡Es tan fácil perder la objetividad cuando se trata de nuestros propios hijos!
Por eso, se nos ha ocurrido hacer una lista con esos errores comunes que convierten a nuestros pequeñitos sanos y felices en terribles malcriados. Haz todo lo que puedas para evitar todos y cada uno de los siguientes puntos si quieres que tu hijo sea el niño adorable que deseas.
Convierte a tu bebé en el rey de la casa
Conviértelo también en el rey de tu vida… y su dueño. Deja de lado tu vida afectiva y tu relación de pareja, la salud, el resto de tu familia, tus hobbies o cualquier otra cosa que te haga feliz, excepto, por supuesto, tu chiquito. Concentra toda tu energía en tu bebé sin que te importe nada más en el universo. Todo lo demás puede esperar, incluyendo a tu esposo.
No dejes que llore ni un segundo
¿Quieres que el día de mañana sea un adulto insoportable? No dejes que llore por más de un segundo. Cuando empiece a hacer pucheros, corre y dale lo que quiere, no importa lo que sea. Enseñarle, de esta forma, a no soportar ni la más mínima frustración, te asegurará un adulto incapaz de lidiar con problemas reales cuando crezca.
Nunca digas NO a tu hijo
Cuando odies lo que tu criatura está haciendo, la manera en que se comporta o lo que dice, nunca le corrijas con un claro y asertivo ¡No! Utiliza para hacerlo palabras muy amables y laaaaaaargas explicaciones acerca de por qué no debería comportarse de ese modo… ríndete y deja que siga haciéndolo.
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No pongas límites a tu hijo
Déjale crecer según su naturaleza y no le eduques, interfieras o limites en lo absoluto. La vida ya le enseñará lo que tú no, después de todo.
Deja que tu hijo crea que es un genio
Donde quiera que vayan, haz que sea el centro de atención. Permítele interrumpir cualquier conversación o actividad entre adultos sin importar cuál sea. Dile a todo el mundo qué especial y cuán inteligente es, y asegúrate de explicarle que las normas comunes no son para él.
Recuérdale que sus profesores se equivocan todo el tiempo
Dile que no se preocupe por lo que opinen sus tutores y maestros, y asegúrate de que te vea discutir con ellos y menospreciarlos. Si realmente quieres hacerlo “a lo grande”, tienes que estar atenta a interferir con cualquier mandato educacional que provenga de su escuela. Sea lo que sea, te opones.
Permite que tu pequeño se rinda y abandone todo
Enséñale a no ser pertinaz. Desde no recoger sus juguetes hasta no terminar la comida del plato. Déjale que se salga con la suya y deje todo a medias. No le enseñes buenas costumbres y hábitos, ni impongas horarios y orden en su vida, permite que viva en un mundo sin reglas.
Recuerda que estás a su servicio
Deja que crezca pensando que su madre no es un individuo sino el instrumento que asiste todas sus necesidades. Eso le convertirá en el perfecto tirano con su futura novia o esposa.
Demasiada sobreprotección hará que tu hijo no crezca de una forma saludable y transite su camino hacia una autonomía el día de mañana. El proceso del crecimiento implica también frustraciones y el desarrollo de la autodisciplina y la voluntad, que le servirán a tu pequeño más tarde, en la vida, cuando se convierta en una persona madura e independiente. Así que, evita todo lo anterior… ¡y todo saldrá bien!