El mercado actual es incierto y las compañías están pidiendo cada vez más requisitos a la hora de la contratación. Si no puedes probar que aportas un trabajo valioso a la empresa, tu puesto en dicha compañía puede peligrar. Cualquier persona puede, y está dispuesta, a hacer tu trabajo por menos dinero hoy en día. Por ejemplo, si dices que eres traductora, esto ya no es suficiente. Pero, si por otro lado, dices que eres una traductora especializada en novelas de misterio, es muy probable que atraigas clientes potenciales de ese nicho de mercado específico.
Para tener éxito profesional y destacar hoy en día, debes ser tu propio jefe. Lo que equivale a crear tu propia imagen de marca personal que defina específicamente tu campo de experiencia, y lo que te hace destacar ante posibles clientes. De este modo podrás vivir de lo que te apasiona, haciendo lo que mejor sabes hacer.
¿QUIÉN ERES Y QUÉ PUEDES HACER?
Definir tu marca personal estimulará tu carrera profesional y al mismo tiempo tu grado de satisfacción y felicidad. Cuando haces lo que realmente te gusta, no hay lugar para el agotamiento laboral o para la frustración.
Haz valer tu opinión. ¿Qué cosas te interesan de verdad? Si pudieras cambiar algo hoy, ¿qué cambiarías? ¿Qué causas apoyas? Respondiendo a estas preguntas lograrás identificar cuáles son tus valores personales y tus pasiones (innovación, armonía, justicia, etc..). ¿Cómo es el mundo en el que quieres vivir y cúal te gustaría que fuese tu legado?
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Define tu misión de vida. Esta es tu contribución para crear el mundo en el que te gustaría vivir. ¿Qué puedes hacer para que así sea? Imagina que estás escribiendo tu propio obituario o dando un discurso para celebrar tu 100 cumpleaños. Ahora, piensa en las cosas que la gente diría de ti. ¿Qué cosas celebrarían de tu vida? ¿Por qué te recordarían?
Haz una lista de tus cualidades. Sé honesta y haz una lista de las cualidades reales que te definen, no de aquellas ideales a las que aspiras. Ten presente que tu marca no puede ni debe interesarle a todo el mundo. Empieza la frase con estas palabras: “Soy una persona…” , y completa la frase, (creativa, apasionada, responsable, etc…) También pregúntales a tus seres queridos o de confianza con qué cualidades te definirían ellos.
Haz una lista de tus habilidades o destrezas. Aquí deberías anotar tus logros profesionales actuales o pasados. Las asignaturas que te encantaban en la universidad, por ejemplo, al igual que las cosas que se te dan bien naturalmente y las que haces por puro placer.
Escribe una lista de tus objetivos. Llegado este punto ya tienes suficiente material como para marcarte objetivos que realmente te motiven. Haz una lista de objetivos a corto, medio y largo plazo, y apunta también los pasos que vas a seguir para conseguirlos. Cuando hayas terminado, déjalo reposar y no te obsesiones. Vuelve a leerlo unos días más tarde. Una vez que hayas marcado tus objetivos, hazte pequeños recordatorios, ya sea con notitas repartidas por la casa o alarmas en el teléfono. Pero recuerda que puedes cambiar de idea y actualizarlo todo en cualquier momento.
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Establece un público objetivo. Esas son las personas que podrán participar en la realización de tus objetivos, así como la gente que te servirá para ponerte en contacto con otros individuos que apoyen tu proyecto o causa. Si eres una escritora que desea publicar un libro, tu público objetivo no serán los lectores sino las editoriales. Tus posibles contactos serán escritores como tú, pero que ya hayan publicado sus propios libros y te puedan presentar a su editorial o a conocidos que trabajen en la industria editorial.
Aprende a manejar tu perfil público en Internet. Internet es un escaparate para tu marca, así que tienes que ofrecer una imagen consistente. Ten cuidado con las fotos que subes y los comentarios que publicas en Facebook, Twitter, blogs y forums, ya que se quedan ahí para siempre. Haz una búsqueda Google de ti misma y averigua qué dice la web de ti, para poder actualizar la información con regularidad.
Haz contactos. Intenta interactuar con tus contactos para que te ayuden a promocionar tu contenido, pero no abuses de su confianza. No están a tu servicio, son personas ocupadas que tienen sus propias vidas, sentimientos e intereses. Sé generosa y no agobies a tus colegas con demasiada información personal. Las redes sociales existen para compartir información y opiniones. De vez en cuando, interésate por ellos preguntándoles qué tal les va o conecta con gente que comparta tus mismas inquietudes y devuélveles el favor.
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Cuida tu aspecto. Cuando vayas a una reunión con un cliente o asistas a un evento tienes que ir vestida de una manera que refleje la imagen que quieres transmitir. Vístete de acuerdo con tu personalidad. Ten en cuenta también que el lenguaje corporal es muy poderoso. Lleva un detalle que te haga destacar: colores fuertes o luminosos, un broche antiguo, una tarjeta personal divertida y original. Recuerda, no tendrás una segunda oportunidad para dar una primera buena impresión.
En resumen, tómate el tiempo para conocerte mejor. Para saber lo que quieres y necesitas, y dónde encajas. Una vez que te conozcas y sepas tu lugar en el mercado laboral, ¡estarás preparada para comerte el mundo!