10. Dormías mejor por las noches
La verdad es que es difícil desconectar de toda la “diversión” de tu teléfono inteligente cuando es hora de ir a dormir. Y todos lo que la diversión está causando en creciente número de casos es insomnio por adicción a la pantalla. Un vaso de leche caliente te puede ayudar.
11. Los teléfonos estaban pegados a la pared
La mejor parte de los días pre Internet y artículos inalámbricos es que los teléfonos eran objetos importantes que colgaban de la pared o estaban conectados a una toma de corriente y eran imposibles de perder en un taxi o que te los robaran durante la primera semana en que los compraste.
12. Se cotilleaba en persona
¡Oh! ¡El placer de ver a tu amiga en persona y reír a carcajadas, llorar de la risa o sentir cómo se te desencajaba la mandíbula con el chisme jugoso que te contaban… ahora solo tienes un emoticón para hacerlo.