La mejor forma de minimizar el dolor de quitar un tatuaje es tener en cuenta el futuro arrepentimiento antes de realizar el gasto. Por supuesto, esperas amar esa tinta para siempre, pero piensa en ella como ese prenupcial. Siempre haz tu investigación y encuentra un artista con una buena reputación, pero también considera otras cosas como dónde lo pondrás y qué colores usarás. Sorprendentemente, los colores más suaves como pasteles, blanco y amarillo son los más difíciles de quitar, mientras que las sombras obscuras como el verde, azul y negro son los más fáciles.
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