En este mundo ocupado en el que vivimos, todo mundo necesita un rincón en donde escapar; ya sea que sea para leer un libro, meditar o beber tu bebida favorita. Designar un lugar en tu hogar para tu uso personal es importante porque cada vez que te sientas ahí, automáticamente sabes que es momento de algo espiritual. Cualquier tipo de rincón puede servir como un santuario, siempre y cuando sea tranquilo, aislado y libre de distracciones. De acuerdo con los autores del libro Overcoming Overload, Mary y Steve Farr: “La batería de tu celular no mantiene energía por tres o cuatro semanas […] Tienes que recargar tu batería. Tienes que conectarla. Un santuario es un lugar para recargar tus baterías. Es un lugar donde revigorizas tu espíritu”.
Los rincones son perfectos para construirse en las esquinas de un hogar, en frente de las ventanas, debajo de las escaleras, o en un closet que en verdad no necesites. Una vez que encuentres el lugar perfecto para tu futuro santuario, aquí hay unas cosas que necesitarás para transformar ese espacio en uno de relajación.
Una silla reconfortante
La silla es el aspecto más importante de tu rincón. Es donde planeas desplomarte y relajarte, así que asegúrate que sea súper cómoda. Algo suave y acolchonado es ideal. Por ejemplo, una silla sencilla, ancha, con un respaldo alto y una lámpara bien posicionada, dará a una esquina relativamente abierta un sentimiento de privacidad.
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Colgar una hamaca
¿Quién necesita una silla ordinaria cuando puedes tener una cuna para adultos? Si has tomado una siesta en una hamaca atada a dos palmeras, sabes que hay un cielo en la tierra. Si no puedes meter una hamaca en algún lugar de tu apartamento, las hamacas sillas son perfectas para los departamentos pequeños.
Mesa lateral y altar
Una vez que hayas encontrado el asiento perfecto, una pequeña mesa lateral para poner tu taza de café, vino, libro, teléfono, vela, recipiente de incienso, lo que sea, también es importante. También se transforma en tu pequeño altar.
Una lámpara asombrosa
Ya sea que sea una lámpara de pie, una lámpara ajustable o una lámpara de mesa, asegúrate de darle a tu rincón la cantidad de luz adecuada para acurrucarte con un buen libro o para escribir en tu diario en la noche.
Una planta
Su elegancia de hojas verdes añade vida y oxígeno a cualquier santuario. Las plantas son compañeras perfectas para rincones: No solo permanecen calladas y quietas; añaden color y llenan espacios muy bien con su presencia decorativa.
Una manta bata
Último pero no menos importante, este tal vez sea el detalle más importante: Una manta bata cálida hecha de una textura rica o un de algodón orgánico blanco que esté ahí cuando no tú no lo estés, hará lucir a ese rincón-santuario algo que no puedes esperar para estar ahí y acurrucarte en forma de bola cuando la necesidad te llegue. Ahhhh.