Para Mami, hay tiendecitas preciosas en todo el centro histórico, y para Papi, música en vivo y muchos pubs y bares. Comí muy bien y recomiendo The Floridian para una buena comida familiar y The Tasting Room para un menú de tapas bien original, que cambia cada poco tiempo, incluso de un día al siguiente. Una anécdota divertida de The Floridian: no sirven alcohol, pero puedes ordenarlo tú en la barra. ¿Por qué? Hay una iglesia cerca y no se puede servir alcohol en una distancia de 100 pies a la redonda. Y la barra está ¡justo a esa distancia!